La moda de los candados del amor llegó a nuestra ciudad tras arrasar en grandes urbes como París o Londres. Pero, el primer puente infectado afectado fue el Milvio, en Roma, tal como sucedía en la novela ‘Tengo ganas de ti’ del escritor italiano Federico Moccia, inventor de este ritual, culpable de esta moda.
La pareja de tortolitos engancha el candado al puente, normalmente habiendo escrito sus nombres o iniciales, y lanza la llave al agua como señal de que su amor no podrá romperse, sellándolo eternamente.
En Palma es en Sa Riera, a la altura de Jaime III, el territorio elegido para esta práctica. Se podría decir que se trata de una nueva forma de matrimonio, una ceremonia simple, económica, pero con una elevada carga romántica. Aunque, mejor sería no tirar la llave, porque ya sabemos que la mayoría de historias no son precisamente 'para siempre'. A propósito, el mes pasado, en el Pont des Arts de París, el más afectado por esta moda, cedió parte de la barandilla por el enorme peso del férreo amor... Queda mucho para que suceda lo mismo en nuestra ciudad, por si acaso… estáis avisados.
